Patrón: San Miguel Arcángel.
Patrona: Virgen del Rosario.
Alcalde: Diego Pérez Gonzalez.
Población: 757.
Gentilicio: abengibreño.
Iglesia de San Miguel Arcángel: Construcción del Barroco tardío, la Iglesia Parroquial de Abengibre está dedicada a su patrón, San Miguel Arcángel, y fue levantada en la segunda mitad del siglo XVIII sobre otra construcción anterior bastante más pobre. Orienta de este a oeste, tiene una sola nave de cuatro tramos a la que se abren varias capillas laterales a modo de falsa planta de cruz latina, con el coro y el campanario a los pies, semejante al de otras poblaciones como Mahora, Tarazona de La Mancha o Casas Ibáñez. La nave se eleva mediante pilares cruciformes que sustentan una bóveda de lunetos, en cuyo interior se proyectaron unos ventanales con vidrieras que siempre han permanecido cegados. La fachada principal tiene una marcada verticalidad, dada la gran altura de la nave, y a su izquierda se encuentra la torre campanario que, en principio sería desmochada, pero a la que se añadió un chapitel de piedra para ganar altura. El cuerpo principal tiene la portada, de corte clasicista, adintelada, de sillares bien trabajados, con un arco de medio punto enmarcado por pilastras que terminan en una cornisa corrida.
Patrona: Virgen del Rosario.
Alcalde: Diego Pérez Gonzalez.
Población: 757.
Gentilicio: abengibreño.
Iglesia de San Miguel Arcángel: Construcción del Barroco tardío, la Iglesia Parroquial de Abengibre está dedicada a su patrón, San Miguel Arcángel, y fue levantada en la segunda mitad del siglo XVIII sobre otra construcción anterior bastante más pobre. Orienta de este a oeste, tiene una sola nave de cuatro tramos a la que se abren varias capillas laterales a modo de falsa planta de cruz latina, con el coro y el campanario a los pies, semejante al de otras poblaciones como Mahora, Tarazona de La Mancha o Casas Ibáñez. La nave se eleva mediante pilares cruciformes que sustentan una bóveda de lunetos, en cuyo interior se proyectaron unos ventanales con vidrieras que siempre han permanecido cegados. La fachada principal tiene una marcada verticalidad, dada la gran altura de la nave, y a su izquierda se encuentra la torre campanario que, en principio sería desmochada, pero a la que se añadió un chapitel de piedra para ganar altura. El cuerpo principal tiene la portada, de corte clasicista, adintelada, de sillares bien trabajados, con un arco de medio punto enmarcado por pilastras que terminan en una cornisa corrida.
Lavadero
viejo: Construido hacia 1926 y
abandonado hacia 1967, constituye uno de los pocos ejemplos que se conservan en
toda España y un modelo de este tipo de construcción popular. Situado a las
afueras del pueblo, concretamente entre el camino de los Huertos Secos y la
Carretera de Albacete, el lavadero viejo está emplazado a los pies de un cerro
que favorece que las aguas de los dos manantiales de la Cueva de la Chaparra
fluyan de manera natural, sin necesidad mecánica, hasta el conducto de agua del
lavadero.
El
Molar Viejo: El Molar es una
casa de labor aislada, fundada en el siglo XVIII, en el centro de una gran
propiedad rural provista de todos los recursos necesarios para la vida
independiente de sus propietarios. Es un claro ejemplo de la arquitectura rural
tradicional que surge, entre otros motivos, como respuesta a la necesidad de
tener edificios que contengan no sólo el dormitorio de los amos y trabajadores,
sino también los animales de faena agrícola, aperos de labranza y transporte;
con amplios espacios para almacenamiento de cosechas e, incluso, para la
transformación de éstas, como es el caso de la vid en la pequeña bodega. El
conjunto se completa, además, con corrales de animales domésticos para subsanar
el autoabastecimiento de las familias.
Museo de Abengibre.
Ermita del Sagrado Corazón: Es un edificio de reducidas dimensiones, de
una sola planta, rectangular, orientada de norte a sur, con cubierta a dos
aguas con la típica teja rojiza. A modo de pequeña capilla, en el interior dispone
de un altar adosado a la pared del fondo, en la que también aparece una pequeña
hornacina en la que se sitúa la imagen de san Miguel "El Pequeño", y
a ambos lados, sobre repisas, san Cristóbal y san Isidro. En la pared derecha,
también sobre repisa, descansa la imagen de la Virgen de Fátima. El resto de la
pequeña nave se completa con un pequeño altar de una sola pieza, esta vez
exento y de posterior datación, sobre el que se realizan los oficios
religiosos, frente al cual se dispone una corta hilera de bancos de madera para
los fieles, que casi ocupan la anchura total del edificio.
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